Tras pasar mucho tiempo separadas, Emilie vueve a encontrarse con su hermana menor, Ines, una fotógrafa que vive en Nueva York. Ambas se embarcan en un viaje a Europa que traerá una serie de inesperados acontecimientos. Emilie le pedirá a su hermana que vaya con ella a una mansión apartada, regentado por Marina, que les dice que es un sitio para quienes quieren disfrutar de un final sereno para sus vidas. La aterrorizada Ines sabrá entonces que Emilie padece una enfermedad terminal y que quiere pasar los últimos días de su vida con ella. Este giro de los acontecimientos desnudará la relación entre las hermanas.